jueves, 1 de noviembre de 2012

Luna llena

Tan lejos y a la vez tan cerca, tan brillante y a la vez tan oscura. Las noches estrelladas que son completadas con su destello reflejo. La sensación que nos transmite ella, al tumbarnos en el suelo en plena noche, con el sonido de los grillos de fondo, y el frío viento nocturno acariciándonos el cuerpo, produciéndonos una sensación de escalofrió que nos incomoda pero a la vez nos gusta. Justo ese momento, es mágico, un momento para hablar, pensar y recapacitar, un instante inolvidable, que aunque no ocurra nada, solo con sentir esa sensación, ya nos produce una cierta felicidad, y más al completarla con una buena charla, un buen paseo y una buena noche. Por eso me encantan las noches de luna llena, porque esa sensación de armonía se incrementa aún mas, con cada brillo en el cielo, con cada estrella.

G.

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