A lo largo de la noche jugaron su partida de póquer que, como no, gano Pedro, y cuando ya todos estaban arriba en sus camas, se escucho a Ginés decir, nos echamos un monopoly, a lo que varios contestaron no hay huevos, total que se jugo la partida hasta el final. Ya, todos agotados se fueron a dormir, pero de nuevo Ginés no podía dormir así que, se salio a ver la luna y a charlar un rato a solas con su amigo del alma Eloy. hacía tanto frío, y el suelo estaba tan mojado que se podía oler la humedad. Esa fue una buena noche. Por fin se fueron a descansar para el viaje sorpresa que tenía Ginés preparado para el día siguiente.
G.
Chan, chan, chan
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